martes, 12 de junio de 2012

LA BELLEZA BRILLA EN LA ACCIÓN


El Tarot, Un Cuento Iniciático Para Despertar

(Transcripción de la entrevista publicada en Plano Creativo)

Tubi Tubau e Ismael Sánchez respiran Tarot, siempre es buena ocasión conversar con ellos para que nos hablen de cómo viven esta pasión y cómo la transmiten a los demás.

Plano Creativo: ¿Qué es lo que leéis en el Tarot?

Tubi Tubau: La simbología de los arcanos nos permite dialogar con la persona, con lo que piensa, siente, desea, necesita… y, sobre todo, con su inconsciente; se podría decir que más que leer las cartas, leemos al consultante.

Ismael Sánchez: Sí, me imagino la vida de una persona como un libro abierto. Cada experiencia es útil para quien la vive y también para quien sabe escuchar con el corazón. Tu historia personal puede inspirar a los demás. Todo el mundo tiene cosas que contar, aprender y enseñar.

TT: Por eso, además de consultas individuales, nos encantan los encuentros grupales. Al compartir, la sabiduría del tarot se multiplica de forma exponencial.

IS: El tarot es un libro universal, contiene todas las experiencias del inconsciente colectivo, es la Biblia de la Humanidad. Si asomas tu mirada libre de juicios a los arcanos, observarás y conocerás tantas historias como personas existen en el mundo. Es oro simbólico.

TT: Nuestra tarea consiste en acompañar a descubrir ese oro y a desplegar los recursos en cada un@ para disfrutar de él con plena consciencia.

PC: ¿Y cómo lo hacéis?

IS & TT: ¿Qué tal si le preguntamos al tarot? Elegid cinco cartas y lo explicamos a través de un cuento.

Plano Creativo: Nos parece una propuesta genial –barajamos-:
Le Monde, Le Mat, Lamovrevx, L’Hermite, La Papesse. ¡Adelante!

Esta es la historia de un peregrino que impulsado por el deseo de encontrarse a si mismo, asume el reto de vaciarse de todo aquello que no es y decide explorar la ruta conocida como:
“El camino de la simplicidad, el retorno al Ser Esencial.”
Al emprender su destino se da cuenta que no hay nada que perder, muy al contrario, lo tiene todo ganado: con el mundo como equipaje y el corazón a modo de brújula parte sabiendo que cada uno de sus latidos es una flecha decidida a vivir en la alegría y la autenticidad.
Cuatro son las direcciones que halla cuando sus pies empiezan a danzar por el camino, lejos de invadirle dudas y desconfianzas, decide arriesgar y conocerlas todas. Para el peregrino genuino el viaje se trata de un juego de posibilidades, no le importa triunfar, comprende que el éxito se basa en aprender jugando, aquí y ahora opta por divertirse y vivir la aventura.
A medida que avanza en el trayecto toma consciencia que todo lo que piensa, siente, desea y necesita puede transformarlo en joyas preciosas con las que crear una obra mayor y descubre la belleza que brilla en la acción de la propia existencia.
Infinita es su sorpresa cuando se da cuenta que en cada uno de los tramos coincide con más buscadores llenos de ganas de jugar y explorar. ¡La alegría y el placer se multiplican! El goce es enorme y nace en nuestro peregrino un intenso amor y conexión por todo aquello con lo que interactúa. Percibe que forma parte de una gran colectividad con la que avanza al unísono hacia la coherencia y la libertad. Y en este momento de gran liberación aparece un viejo conocido que desprende una intensa luz brillante proyectando sobre el peregrino todos los colores del arco iris.
Conmovido observa como esa luz adopta la forma de un puente y con absoluta confianza se dispone a cruzarlo. Al otro lado vislumbra un delicado atril que sostiene un sencillo libro. Pasea su mirada por sus páginas y observa que éstas no contienen palabras, tampoco dibujos, es un libro totalmente virgen. Arrebatado por un inmenso silencio saborea la paz en todo su Ser, siempre intacto y luminoso. Reconoce que ha llegado al hogar, donde todo es posible. El peregrino descansa profundamente sobre su propia experiencia, se prepara para su próxima aventura, el viaje continúa… 

IS: Y esto es lo que pasa en nuestros talleres, una propuesta para soltar lo que no eres y disfrutar descubriendo tus dones al compartirlos con los compañeros.

TT: Sí, un viaje por ti mismo hacia ti mismo para encontrar al otro.


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